LA VACUNA NO SE MANCHA
Hace exactamente 6 meses nos dejaba el más grande. Aún siento el dolor de aquel mediodía cuando nos cortaron las piernas a todos los argentinos. Todavía cuesta creerlo. Muchas veces pienso que lo van a encontrar fumándose un puro en la playa o jugando un picado en algún país exótico. Pero la realidad nos demuestra que de la muerte no se vuelve ni aunque seas D10S. Y si de muertes hablamos, qué decir de esta pandemia que ya se cobró la vida de 74.480 compatriotas. Un estadio de fútbol completo que se derrumbó, con la gente adentro. La mayor contagiosidad y virulencia de las nuevas cepas aceleraron vertiginosamente la curva de casos positivos, adelantando la llegada de la segunda ola. Para peor de males, los laboratorios que producen las vacunas se resisten a entregar las patentes de las mismas, provocando un cuello de botella en la demanda a nivel mundial. Y como si fuera poco, tenemos que lidiar con el negacionismo de un sector de la sociedad que se encolumnó detrás de la irracionalidad de sus líderes, en defensa de las supuestas libertades individuales. Pero, ¿Cómo estamos comparados con el mundo?
Según el reconocido sitio Our World In Data, desarrollado por la Universidad de Oxford (donde el maestro hizo jueguitos), los números de la Argentina no son para nada despreciables. Tomando en cuenta el porcentaje de habitantes que recibió al menos una dosis, nuestro país ya vacunó al 19,3% de su población, duplicando prácticamente el promedio de todo el mundo que apenas alcanza el 9,8%. Encabezando el ranking, como era de esperarse, los poderosos de siempre: Israel (62,9%), Reino Unido (55,9%) y Estados Unidos (48,6%). En un segundo combo los líderes de la Unión Europea: Alemania (39,2%), España (35,0%), Italia (34,9%) y Francia (33,9%). Y en la mitad superior de la tabla se encuentra la Argentina, aventajando sobradamente a países como: India (10,9%), Rusia (10,5%), Corea del Sur (7,4%), Nueva Zelanda (6,7%) y Japón (4,8%). En un contexto de escases ya recibimos un total de 12.642.454 vacunas Sputnik V, Covishield, Sinopharm y AstraZeneca. Claramente Alberto Fernández no está en condiciones de fumar bajo el agua, pero lo obtenido hasta el momento es más que aceptable. ¿Y comparados con la región?
Por encima de la Argentina solamente
aparecen Chile (50,3%) y Uruguay (45,3%). Cabe aclarar que la población de los
trasandinos es de menos de la mitad que la nuestra y en el caso de los
rioplatenses es similar a la de la Provincia de Santa Fe. Y ambos países
aplicaron en más de un 80% la vacuna Sinovac, que tiene una eficacia considerablemente
inferior al resto y que no fue aprobada por la ANMAT. Esta vacuna, también fue
el caballito de batalla de Jair Bolsonaro en Brasil (18,4%), que se encuentra
cuarto por debajo de la Argentina. Continúan la lista Colombia (10,1%), Bolivia
(9,2%), Ecuador (8,0%), Perú (6,6%), Paraguay (3,5%) y Venezuela (1,1%). Los
números mencionados parecieran contrastar notoriamente con el aparato
discursivo de la Oposición y los Medios Hegemónicos. Del análisis se desprende
que rotular la gestión sanitaria con el término de “fracaso” es más falso que
dólar celeste. Pregúntenle si no a Patricia Bullrich, a quien se le escapó la
tortuga acusando a las autoridades nacionales de exigirle una coima a Pfizer y horas
después fue desmentida tajantemente por el laboratorio. ¿Qué ocurrirá los próximos
meses?
La Argentina está muy cerca de
terminar de inocular a los grupos estratégicos y de riesgo: personal de salud (95,0%),
personas de más de 80 años (77,8%), personas entre 70 y 79 años (86,4%),
personas entre 60 y 69 años (77,0%). La intención ahora es avanzar por rango
etario priorizando a quienes tengan comorbilidades. Ayer arribaron al país 843.000
vacunas AstraZeneca y se espera otra suma similar antes de fin de mes, hasta
completar un total de casi 4 millones de dosis comprometidas. También llegaron 609.000
del componente 1 de la Sputnik V y se confirmó un nuevo vuelo para el día de hoy.
La vacuna rusa comenzará a producirse en nuestro país por el laboratorio Richmond
y pretende fabricar 5 millones de dosis mensuales. Por otra parte, reafirmando
que las vacunas no tienen ideologías, las autoridades continúan negociando con
EEUU con el fin de recibir parte de la donación que anunció el presidente Joe
Biden, y con Cuba para la producir la vacuna Soberana. Porque de una pandemia
no te salva el Mercado, te salva el Estado. Y el resto, como diría el Diego, el
resto es tocuen. Y tocuen es cuento.
Cristian Mileto
Comentarios
Publicar un comentario