LA MODA DEL ODIO
Luego de la crisis del 2001 la debacle económica impactó fuertemente sobre los medios de comunicación y principalmente en la televisión. El denominado “periodismo de espectáculos” cambió los romances de la farándula por programas de debates de panelistas desconocidos en busca de un solo objetivo: el rating. La caída del presupuesto de los canales habilitó la masificación de este tipo de contenido y afloraron en nuestras tardes personajes como Jacobo Winograd, Guido Süller y Zulma Lobato. Inmediatamente el nuevo estilo se trasladó al fútbol, donde se hizo a un lado el análisis táctico para dar lugar al griterío de periodistas partidarios que se comportan como verdaderos barrabravas. Y ante el éxito indiscutible de este formato, el periodismo político lo terminó por incorporar en el 2008 a raíz del quiebre entre el Peronismo y el Grupo Clarín, desatado por el conflicto con el campo. La violencia verbal fue escalando a niveles inusitados, retroalimentada por periodistas cebados en su afán...